A sus 23 años, Marcos puede presumir no sólo de haber militado en los escalafones del Real Betis y Sevilla FC, sino también de acumular 80 partidos en 3ª División. Categoría en la que estrenó con apenas 19 años.
Ahora, tras una campaña de transición en la que únicamente pudo jugar nueve partidos, disfruta de la titularidad en el CD Mairena, equipo del que se ha convertido en un auténtico baluarte.
“Este año he tenido la posibilidad de empezar como primer portero, porque competir con Raúl en Mairena, tanto por lo bueno que es, como por el tiempo que lleva en el club, era casi imposible.
Sabía que si él se iba, yo jugaría más. Todavía no estoy a mi mejor nivel, pero creo que lo alcanzaré pronto”, confiesa Marcos, nacido en la capital hispalense, pero vinculado por la profesión de su padre, al pueblo de Minas.
En la plenitud de su carrera futbolística, el guardameta mairenero no mira únicamente al frente, sino que echa la vista atrás para no olvidar nunca de dónde procede.
Un año en la mejor cantera de España y cinco en la bética le educaron en eso de parar balones, aunque el alcoreño admite que aprendió más en su etapa amateur; “En Monesterio y Cabecense conocí el otro lado del fútbol. En dos años, y con 20 recién cumplidos, acumulé más de 70 partidos en categoría nacional, pero también me curtí.
En Extremadura nos salvamos por poco, mientras que en Las Cabezas descendimos a Andaluza, pero es que el Grupo X nos venía algo grande”.
Finalmente, Marcos formula sus deseos para la campaña recién iniciada: “Personalmente me gustaría jugar lo máximo posible, pero por encima de todo, espero que el Mairena se mantenga entre los ocho o nueve primeros hasta que queden diez jornadas, para apretar luego los dientes e ir a por todas.
Desde luego con esta plantilla no creo que tengamos problemas para mantenernos”.
Fuente: Estadio Deportivo
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