Con la adrenalina a tope. Así finalizamos la noche de ayer las personas que acompañamos al Sevilla Atlético al Estadio Municipal de Marbella.
El filial sevillista se jugaba la permanencia en el último partido de la temporada. La victoria le otorgaba el objetivo, mientras que otro resultado le podía condenar a disputar la promoción de descenso de 3ª División.
En el hotel de concentración el buen ambiente reinaba entre unos jugadores convencidos de lograr la permanencia, aunque con la precaución de que a pesar de enfrentarse a un equipo que ya estaba descendido matemáticamente, estos lo iban a dar todo sobre la hierba hasta el último suspiro. Y es que el cuadro marbellí tenía como prima 30.000 euros por conseguir los tres puntos ante los sevillistas.
Al descanso se llegó con empate a cero. Sin embargo, las malas noticias llegaban desde otros campos, ya que Sangonera y Roquetas vencían sus encuentros, lo que condenaba al filial a la promoción por el descenso.
Durante 25 minutos, el Sevilla Atlético estuvo en puesto de promoción, pero aún quedaba lo mejor. Minuto dieciséis de la segunda parte, gran asistencia de Carreño y Rodri instala el 0-1 en el marcador.
La euforia es absoluta entre los componentes del grupo y los cientos de aficionados sevillistas desplazados hasta la Costa del Sol. Sin embargo varios minutos después, el colegiado señala penalti favorable a la UD Marbella, pero en esta ocasión, Dani Jiménez se viste de Dios y realiza un paradón que desata la locura.
El sufrimiento se hacía presente. Sangonera y Roquetas continuaban venciendo a sus rivales y un gol del Marbella obligaba al Sevilla Atlético a disputar la promoción. Pero cuando los minutos se acercaban a su final (minuto 92) apareció una nueva contra sevillista (pudo sentenciar mucho antes) que machacaba Adri con el 0-2 definitivo.
La locura era total. Cánticos, abrazos, lágrimas… La fiesta estaba servida después de una temporada de intenso sufrimiento.
A la vuelta celebramos la permanencia con una cena presidida por el cuerpo técnico y el secretario técnico del Sevilla FC, Víctor Orta, donde se brindó por la consecución del objetivo marcado a inicios de temporada.
Ya lo hice personalmente, pero me reitero en mis felicitaciones al grupo de chavales y muy especialmente a mi amigo Ramón Tejada y su cuerpo técnico. Desde la llegada del malagueño, el filial sevillista ha mostrado una mejoría día a día, consiguiendo plasmar un buen fútbol acompañado por grandes resultados, lo que ha otorgado una permanencia merecida y trabajada por un grupo de trabajo que ante todo cree en sus cualidades.
¡¡Felicidades a todos!!
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