jueves, 29 de enero de 2009

La magia volvió al Pizjuán

Acabo de llegar del Ramón Sánchez Pizjuán.
El Sevilla FC está en las semifinales de la Copa del Rey, después de vencer 2-1 ante un Valencia de lo más rácano que recuerdo en mucho tiempo.

Me ha dado asco ver el juego del Valencia en el día de hoy. Si lo que ha hecho Unai Emery, lo hace Manuel Jiménez…madre mía de mi alma lo que habría que aguantar.

En compañía de Jesús Alvarado, he vivido un partido intenso, de mucha pasión, de intensidad…El sufrimiento valió la pena. Y es que la magia de las noches grandes del fútbol, ha regresado en el día de hoy al Ramón Sánchez Pizjuán.

Y eso que las cosas se pusieron mal desde el pitito inicial. En el minuto 7, un saque de esquina botado por Joaquín Sánchez, es cabeceado a la red por el exsevillista Carlos Marchena, que en el día de hoy celebró el gol por todo lo alto (nunca se debe perder el respeto a nuestras raíces).

Con el 0-1 y la eliminatoria a favor de los valencianos, Unai Emery colocó un autobús de 11 futbolistas.
Parar el juego, perder tiempo, provocar al contrario, incentivar a la afición…ese ha sido el juego del Valencia en el día de hoy. Todo iba viento en popa para los ché, pero en el minuto 37 Kanouté ponía el empate en el marcador.

Con el 1-1 el partido ha dado un giro rotundo. El Valencia desapareció y el Sevilla exhibió su mejor versión con un juego vistoso y rápido y una actitud en los jugadores que ha pillado por sorpresa al Valencia.

Nuestros futbolistas se han comido al Valencia en la segunda parte. Luís Fabiano en dos ocasiones, Duscher, Mosquera, Kanouté…Todos ellos pudieron poner el 1-2. Pero no sería hasta el último suspiro del choque, cuando la euforia se iba a desatar en el Teatro de Los Sueños.

Renato ejecuta un saque de esquina, y después de un apequeño barullo en el área pequeña, Sebatian Squillaci pone el 1-2 en el marcador.



Con la eliminatoria en el bolsillo, el estadio ha sido una olla a presión. Que alegría, cuantos abrazos, que bonito…

…Ahora nos espera el Athlétic de Bilbao del maestro Caparrós.

Por último quiero felicitar a Manolo Jiménez y su cuerpo técnico. El de Arahal (como le llaman algunos) se merecía una victoria como esta para callar las bocas de aquellos que a buen seguro ya tenían escritas varias páginas criticando su labor y su falta de acierto en las eliminatorias.

Ahí tenéis!!!. Que coraje os habrá dado el tener que cambiar vuestra crónica en el último minuto de partido. Lo siento de verdad!!.

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