"Ayer era uno de esos días verdaderamente importantes para Nervión. El Sevilla FC se jugaba la posibilidad de acceder a una semifinal de una competición de las grandes, la quinta en las últimas cuatro temporadas.
La entrada de público al estadio no fue espectacular, apenas 28.000 espectadores. Pero fueron los que fueron... Y fueron suficientes. Se bastaron y sobraron... Fueron tan protagonistas como Kanouté y su cabezazo o Squillaci y su salvador remate. Protagonistas de otra noche mágica en el Ramón Sánchez Pizjuán, una más, como contra el Panathinaikos, como contra el Lille, Zenit, Schalke u Osasuna. El aliento de Nervión, el aliento de los hinchas de Nervión, volvió a dar rienda suelta a nuestra ilusión.
Desde todos los estamentos de la Entidad habíamos puesto el énfasis en que la grada tenía que jugar un papel determinante, que había que recuperar el ambiente de las noches mágicas que nos convirtieron en equipo de leyenda. Y la afición cumplió con creces, sin el sevillismo el equipo jamás habría tumbado al Valencia, el estadio fue el que empujó a los nuestros, el que les mantuvo en tensión y, sobre todo, el que siempre les hizo ver que había que luchar hasta el último suspiro.
Por eso creo que hay que descubrirse; diez sobre diez. Nuestra gente estuvo, hasta si se quiere, por encima de lo que nadie podía imaginar. Por eso su Sevilla FC se descubre ante ella. Chapeau, sevillistas.
Pero ojo. No bajemos la guardia. Lo mejor sigue estando por llegar. Y para que llegue, insisto por enésima vez, es imprescindible el calor, el aliento, la presión y el aplauso de todos los sevillistas el próximo miércoles.
Si conseguimos la sinergia total entre grada y futbolistas como ayer, somos muy difíciles de parar. De momento y a día de hoy, gracias, muchísimas gracias. Seguimos soñando con Mestalla y entre todos, siempre entre todos, podemos lograrlo".
José María del Nido Benavente, presidente del Sevilla FC
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