El alcalde y el concejal de deportes, José Carlos Álvarez, recibieron llenos de orgullo y en nombre de toda La Palma a estos jóvenes que han dado a la localidad la alegría que llevan por bandera en su escudo. Para celebrar el triunfo obtenido, el Ayuntamiento obsequió tanto a jugadores como al equipo técnico con trofeos conmemorativos. Lagares felicitó personalmente al equipo palmerino dirigiéndoles unas palabras con las que destacaba los principales valores que a su juicio han llevado a este extraordinario grupo de deportistas a lo más alto del fútbol juvenil nacional y le instó encarecidamente a que también cultive con el mismo afán su formación intelectual.
No va más. Dos ascensos consecutivos en otras tantas campañas son los que atesoran este mismo cuerpo técnico formado por Juan Cristóbal Ávila, el entrenador, Rubén Valenciano, el preparador físico, y José María Calvo, el delegado. Y no podrán ascender más, no porque les falte ilusión para ello, sino simplemente, porque no hay más categorías por encima. Así de fácil, están en la cumbre por méritos propios. La División de Honor es en juveniles, lo que la Primera División de la Liga de Fútbol Profesional es en seniors: lo máximo.
Una caravana festiva repleta de chavales ilusionados, acompañados por todo tipo de simpatizantes, ponía el feliz desenlace a lo que ya era un secreto a voces: el ascenso a la máxima categoría. Era cuestión de días, y se dio el 11 de abril de 2010, un día escrito ya en letras de oro en la corta historia del Centro Cultural y Deportivo Siempre Alegres. La derrota por la mínima en Sevilla Este quedó olvidada una hora después de producirse, toda vez que a 100 kilómetros de distancia, un empate sin goles entre el otro aspirante, el Algeciras, y el Betis B, daba el billete directo para esta generación dorada del fútbol palmerino.
Informa: Huelva Información
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