Eusebio Navarro, técnico del CD Mairena, ha preparado el crucial choque de vuelta de la segunda eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda B ante el Extremadura con "total normalidad".
"Nada más pitar el árbitro el final del partido en Almendralejo, mis jugadores estaban deseando de que llegase ya el duelo de vuelta. Hay que templar un poco los ánimos", apela, consciente de que los errores se pagan caro en este tipo de envites, el míster albinegro, quien prefiere controlar el estado psicológico de su plantel. "Hay que dosificar el aspecto de la motivación de manera que no haya excesivas revoluciones y no se caiga en la ansiedad".
Esta labor de buen pastor, dada la dilatada experiencia de Navarro, es fundamental para que los "artistas" del balón estén al margen de todos los aditamentos que rodean a este partido, que, a buen seguro, es el más importante en la historia del club de Los Alcores.
Acerca de estos ingredientes habla el veterano preparador de los del Nuevo San Bartolomé. "El ambiente en el pueblo es exquisito, ya que no te puedes tomar un café sin que nadie te pregunte por el partido. Irá gente al estadio que no va allí desde hace muchos años".
También en el aspecto profesional hay que evaluar este tipo de eliminatorias como un "máster" en la materia del fútbol. "Es una experiencia imborrable para todos, aunque hayas jugado antes unos ‘play off’. Debemos disfrutar de este momento", añade un entrenador que se expresa así, en el aspecto personal. "A mí es lo mejor que me ha pasado".
En comparación con el único precedente de su equipo en estas lides, mantiene. "En aquel tiempo había un proyecto más ambicioso, con una gran plantilla y más dinero". "Estamos en esta fase pese a que en los últimos años hemos perdido a futbolistas como Joaquín, Raúl Domínguez, el portero Raúl, Chema, Marcos o Gonzalo", sentencia.
Faltaba poco más de una hora para el comienzo del primer asalto entre Extremadura y CD Mairena en los ‘play off’ de ascenso a Segunda B y el autobús del conjunto alcoreño llegaba, en medio de una marea humana vestida con los colores albinegros del conjunto visitante, al estadio.
En ese momento, ovaciones y cánticos cerca del autocar forastero recordaban a los futbolistas maireneros que no se jugaba un partido más.
Con este ambiente, más propio del fútbol de elite, no es extraño que más de uno de los jóvenes futbolistas maireneros dijesen en alto al llegar al vestuario del Francisco de la Hera; "Hoy he empezado a ser futbolista de verdad".
Informa: Estadio Deportivo
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