El jovencísimo futbolista de 18 años continúa así los pasos de su familia. Y es que a buen seguro que al aficionado sevillista no se le habrá escapado su apellido, ya que el menudo jugador es hermano de Alejandro (actual jugador del Tenerife, pero formado y en propiedad del club de Nervión) y Juan José, el mayor de la estirpe, que juega en la Gramanet (Grupo III de Segunda B) y joven promesa en su momento de la cantera blaugrana.
“Mi familia es muy futbolera”, señala Jesús, que añade: “Mi padre siempre ha estado relacionado con La Palma (su localidad natal); ha sido presidente, entrenador y futbolista, y también ha estado en el San Roque de Lepe”, apuntó este delantero reconvertido a extremo criado en el Siempre Alegres, equipo del que llegó al Sevilla hace dos años.
Su precocidad no es sinónimo de inmadurez y demuestra tener las ideas muy claras, ya que en el poco tiempo que lleva con los franjirrojos analiza el porqué de su mala temporada. “Es un equipo nuevo que el pasado verano sufrió una reconstrucción. El plantel es muy joven y tiene que formarse, pero estoy seguro que en un par de años será campeón de grupo. Estamos en una buena línea”.
Tres semanas lleva disfrutando de la titularidad el pequeño de los Alfaro, aunque poco podía pensar al inicio de la temporada su actual destino: “Espero que siga así. Pensaba en esta campaña en el División de Honor, pero en un partidillo con el ‘B’ la cosa salió bien y Diego me llamó para entrenar. Y hasta hoy”.
Paso a paso, está repitiendo los pasos de su hermano Alejandro, al que admira y lo tiene como su ‘asesor’: “Hablamos varias veces durante la semana y me da muchos consejos. Me repite que tenga los pies en el suelo y que esté tranquilo. ¿Mi sueño? Compartir vestuario con mi hermano, y si en el Sevilla, mucho mejor”.
Informa: Estadio Deportivo
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