La Palma CF cayó en su visita a Chiclana de la Frontera (2-0), en el partido disputado en la mañana de ayer en el estadio municipal chiclanero.
Al igual que en las tres jornadas disputadas con anterioridad, los palmerinos demostraron sobre el terreno de juego que cuentan con una calidad exquisita. Pero en el fútbol de hoy día (y de siempre), la calidad no es suficiente para imponerse a los rivales. Está claro que al final de un partido, lo único que cuenta (y vale) es haber metido un gol más que el rival. Y es precisamente esa, la cuenta pendiente que tiene el equipo de Kiki y Rafa en este inicio de campeonato.
No me preocupa para nada ser décimo sexto con 3 puntos de 12 disputados. Es algo anecdótico que si para algo debe servir, es para seguir cargándonos las pilas de cara al curso (prácticamente completo) que tenemos por delante.
Ayer se volvió a repetir la historia del pasado domingo. El equipo comenzó el partido como una auténtica moto. Es más, cuando se cumplía el primer minuto de juego, gozamos de la primera gran ocasión para anotar el 0-1. Fue una contra conducida a la perfección, que finalizó con dejada de Chico y trallazo de Fermín, que desvió a saque de esquina el meta gaditano con una parada antológica.
¿Qué hubiese pasado si La Palma se pone 0-1 en el primer minuto de juego? Eso me gustaría saber…
No aprovechamos nuestras oportunidades y eso dificulta mucho el sacar los partidos hacia delante.
Sin embargo, nos estamos encontrando que el rival cuando llega a nuestro arco nos funde. Nuestro principal problema lo tuvimos ayer en nuestra banda derecha (a la hora de defender). Chiclana encontró allí nuestro punto débil (provocado por la expulsión inaudita de Garrigos Mascarell a Mario Abad ante Nueva Jarilla) y se dedicó a mandar balones a las espaladas de Miguelito y Fermín. Siempre aparecía un rapidísimo Julio, que en un alto porcentaje sacó provecho de todas sus acciones por el carril.
Por esa misma banda llegó el primer gol en el ecuador del primer tiempo, tras varios avisos del conjunto de Bolli. Al filo del descanso llegaba la sentencia a balón parado.
La Palma gozó de sus opciones, una de las más claras, en una falta ejecutada por David Alcalde, que rozó la cruceta cuando los jugadores ya enfilaban hacia el túnel de vestuarios.
En la segunda mitad el equipo mejoró bastante. No pasamos las mismas fatigas en defensa. Aunque fue José Manuel quien mantuvo vivo al equipo con varios paradones para la foto. Me quedo con el balón que le sacó a Gallardo en un mano a mano que parecía la sentencia definitiva.
De “la” colegiado también hay que hablar. Claro que si. Quiero comenzar felicitando a Tatiana Rivero Pérez por su arbitraje. Pienso que muchos de los que se la dan de “machitos” en el mundo del arbitraje sevillano, deberían aprender un poco de ella. Aplicó bien la ley de la ventaja en todas las jugadas, amonestó cuando hubo que amonestar y dialogó cuando hubo que dialogar.
Eso sí, se equivocó a falta de cinco minutos para el final, perdonándolo la expulsión por roja directa a Alberto (portero del Chiclana) por una escalofriante entrada sobre Chico, que se disponía a poner el 1-2 en el marcador. El meta chiclanero, era el último futbolista de campo, por lo que con el reglamento en la mano la expulsión es tan clara como el agua. Pero no se atrevió y le mostró la amarilla. Tal vez (o seguro) por la tremenda presión a la que se vio sometida por parte de las torretas del conjunto de Bolli.
Se equivocó y ella lo sabe. Pero yo que quieren que os diga, veo esta acción como un error puntual o falta de autoridad en un momento determinado. Si es cierto, que solo tres minutos después expulsó con roja directa al mago Juan Carlos por un forcejeo con un contrario.
Le faltó criterio en los últimos cinco minutos de partido, pero me quedo con la buena línea que mostró a lo largo de todo el choque.
Volviendo a La Palma CF, lo de ayer debe servir para seguir mejorando y san se acabó. No queda otra que pensar en el partido del próximo fin de semana ante el CD Pinzón. El que tenga dudas o no quiera remar el la misma dirección, mejor que se baje del barco y nos deje seguir remando a los que de verdad creemos y confiamos en este proyecto. Todo lo nuevo en la vida requiere un proceso de adaptación y La Palma CF está en ese inicio que tanta paciencia y trabajo necesita.
Vuelvo a repetir que no me preocupa en absoluto sumar solo tres puntos de doce disputados. Tenemos un amplio margen de mejora y esto no ha hecho más que empezar. No es momento de soltar las campanas al vuelo. Ahora más que nunca debemos estar unidos y mostrar nuestro apoyo a una plantilla que rinde a gran nivel y que se está encontrando en este inicio liguero con la maldición de que la dichosa pelotita no quiere entrar en el arco rival. El equipo juega bien, se divierte con el balón en los pies, genera ocasiones, pero falta lo principal; que la bola entre en las redes del contrario.
Esperemos que ante el Pinzón se rompa con esa barrera y que la mala fortuna acompañe a partir de ya a otros equipos de la categoría, porque a nosotros nos viene acompañando desde que se puso el balón a rodar.
¡¡Mucho ánimo equipo!!
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