Quisiera comenzar este post pidiendo disculpas al cuerpo técnico, jugadores y aficionados de La Palma CF. Disculpas por dejarme llevar por mis sentimientos de manera efusiva y tal vez, haber provocado que un tal Garrigos Mascarell nos volviese a pintar la cara en el día de ayer ante Nueva Jarilla.
Dicho esto, no me centraré mucho en la actuación de este individuo que corresponde al colegio de árbitros de Sevilla. Solo diré que los acontecimientos provocados ayer en el Municipal de La Palma, no quedarán congelados en la nevera para ser olvidados con el tiempo. Creo que los pies ya se han salido del plato de manera más que descarada y que a este asunto hay que ponerle su punto y final. Por eso, en los próximos días o meses (no lo sé) os contaré el desenlace final de una historia que ya está manos a la obra con los que verdaderamente llevan la voz cantante y mandan en el mundo del arbitraje de nuestra región. A más de uno se le puede caer el pelo…
No se puede ir por los campos liando la marimorena, alterando el orden público y hacer ver que no ha pasado nada. Simplemente, porque cualquier día nos vamos a encontrar con un grave problema con este señor, ya que cuando uno juega tantas veces con los sentimientos de un club (siempre el local), incita a la violencia de una grada que ayer estaba a varios metros, pero que en otros campos está delimitada por una simple valla fácil se superar.
Centrándonos en lo deportivo, La Palma CF cayó ayer (1-2) de la manera más cruel ante Nueva Jarilla. El partido fue de guante blanco, entre dos equipos que buscaban ampliar su casillero de puntos. Los palmerinos para afianzarse en la zona tranquila de la tabla y los gaditanos para salir de los puestos calentitos de la clasificación.
El encuentro fue un auténtico monólogo de fútbol y ocasiones de La Palma CF. Espero que no siempre tengamos la mala fortuna de cara a portería que tuvimos ayer. Se estrellaron tres balones en la madera, nos sacaron tres bolas de la línea de gol y desperdiciamos dos mano a mano clarísimos.
Al término de la primera parte, los chicos de Kiki ya merecían ir por delante en el marcador. Además, con un renta cómoda. Primero avisó Chico con un impresionante cabezazo que se estrelló en el la madera. Más tarde Fermín se plantó solo ante Luís Yuste y el balón rozó el palo derecho. Y por último, Marquitos en el área pequeña mandó el cuero a las manos de un bien colocado cancerbero gaditano.
Nueva Jarilla finalizó el primer tiempo sin acercarse al arco palmerino.
Con todo esto y la expulsión de risa de Mario Abad en el minuto treinta y dos se llegó al descanso.
En la expulsión de Mario Abad me veo obligado a detenerme. La primera amarilla es del TBO. Poli (delantero de Nueva Jarilla) se lleva la pelota con la mano (de manera clarísima) en la frontal del área palmerina y el señor del silbato señala falta en contra de La Palma CF y muestra la primera amarilla al central blanco. Según el acta, la cartulina amarilla es para Mario Abad por cortar la trayectoria del balón con la mano. ¡Hay que tener malas ideillas!
La segunda amarilla se produce tras la protesta de un fuera de juego (no señalado) de tres metros del delantero gaditano.
Con diez, La Palma CF se repuso a base de garra, oficio y un trabajo excelente sobre el terreno de juego. Con la llegada del segundo tiempo, se recuperó el monólogo de buen fútbol de un equipo que a pesar de su juventud cuenta con una calidad técnica individual y colectiva al alcance de pocos equipos de la categoría. Pero ayer pareció habernos mirado un tuerto. Fermín envió alto un extraordinario centro desde la izquierda. Pocos minutos después, un gran remate de Fofi es sacado bajo palos por un defensor. Por último Marquitos enviaba el segundo balón a la madera.
La impotencia era absoluta. La Palma era superior y aplastaba a su rival a base de un futbol que brillaba con luz propia y un decálogo de ocasiones que no veían su fruto. Para colmo, Nueva Jarilla se iba a adelantar en el marcador en su primera oportunidad en todo el partido. Contra bien elaborada y Vázquez se cuela entre los dos centrales para hacer el 0-1.
Os podéis imaginar las caritas que se nos puso a todos. Pero esa es la realidad del fútbol; la efectividad de cara al marco contrario. Y eso si que lo aprovechó y, de qué manera, el cuadro gaditano.
A pesar del mazazo, La Palma no bajó los brazos y continuó buscando con ahínco la meta de Luís Yuste. Tanto fue así, que solo tres minutos después del 0-1, iba a llegar el tanto de la igualada tras un magnífico centro desde la derecha de Juanma que transforma Fermín con un contundente remate (lleno de rabia) dentro del área pequeña.
Quedaba algo más de quince minutos para que concluyese el partido y La Palma creía en la remontada. Había sido muy superior a su rival, pero el fútbol no entiende de posesiones de balón, ni de ocasiones creadas, ni de fútbol vistoso. Aquí lo que cuenta es meter un gol más que el rival. Todo lo que no sea eso, no vale absolutamente de nada.
Y así debió entenderlo Nueva Jarilla, que en su segundo acercamiento hacía el 1-2. Su autor, Nene. No se podía creer lo que estaba ocurriendo, pero era la realidad de uno y otro equipo. A los palmerinos parecían que le habían echado una maldición. Mientras que los gaditanos debieron ser tocados con una barita mágica. No se entiende otra cosa tras lo visto sobre el terreno de juego en la mañana de ayer.
Pero aún quedaban ocho minutos y algunas naves por quemar para una Palma que iba a insistir hasta el pitido final. Y las oportunidades llegaron. Claro que llegaron. Pero nos volvimos a topar con la mala fortuna. Fofi envió un balón al travesaño (el tercero) tras el lanzamiento de una falta. El rechace es recogido por Marquitos, que cuando ya celebra el gol, ve como un defensor saca el balón desde la misma línea de gol. En el tiempo de prolongación, llega la última oportunidad. Fermín remata desde la frontal del área pequeña con el meta totalmente batido, y, nuevamente vuelven a sacar la bola desde la línea de gol.
Fue el final de un partido cargado de impotencia por todo lo ocurrido. El árbitro, la madera, el portero, la mala fortuna…
Pero esto es fútbol y no queda otra que seguir trabajando. Lo que si está claro, es que estamos en el buen camino. Jugando al nivel que lo hicimos ayer y generando tantísimas ocasiones como las generadas ante Nueva Jarilla, serán muchas las victorias que consigamos.
Ayer no acompañó la suerte y el fútbol no quiso ser justo. No hay más lectura que esa.
Me quedo con lo positivo. La entereza que mostró el grupo, el buen trato de balón, la verticalidad con la que se juega, la capacidad de reponernos tras la expulsión de Mario y la capacidad de reacción tras el 0-1.
Solo me queda felicitar a mis jugadores y cuerpo técnico.
El domingo viajamos a Chiclana de la Frontera, primer hueso duro de la temporada.
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