jueves, 4 de febrero de 2010

Sevillistas de finales...

¿Dónde están todos esos sevillistas que se echaron a la calle cuándo el club conquistó cinco títulos y seis finales en apenas quince meses?



Ayer me sentí defraudado por la afición. En primer lugar porque jugándonos lo que nos estábamos jugando (ida semifinales de Copa), el estadio presenció una triste entrada con más de medio aforo por completar. Y lo que remató la noche en sí, fue la decisión táctica de Manolo Jiménez.



¿A quién pitáis? ¿Qué queréis? ¿Qué buscáis? ¿Dónde está vuestro sevillismo? ¿Dónde dejasteis la ilusión que nos transmitió nuestro equipo? ¿Para que vais al estadio?...

Fue una noche horrible (cuando debió ser una fiesta). Bueno, horrible para aquellos que han perdido el respeto a nuestro entrenador y a nuestro club. Su club. El Sevilla FC.

De verdad que lo de la afición no me lo explico. Estamos a un paso de la gran final de Copa, en octavos de Champions y dentro del objetivo en liga. Y la gente acude al estadio a pitar al nuestro técnico. No sé, pero cada vez me voy dando más cuenta de lo malísima que puede llegar a ser gran parte de la afición del Sevilla FC. Sevillistas de finales…



Si nos plantamos en la final de Madrid o Valencía, serán muchos los que viajen con el equipo, pero a mí eso no me vale. A mi lo que me vale es ver en cuartos y semifinales mi campo lleno, con la afición empujando como en las grandes citas. Y eso se perdió hace mucho tiempo. Lo perdieron aquellos sevillistas de número de carnet bajito, que se sacaron el abono pensando que todas las temporadas iban a ver al Sevilla FC levantando un título, haciendo un fútbol de altísima escuela.

Después protestarán aquellos ineptos de finales por no conseguir una entrada para la final, pero si yo fuera Vizcaíno, premiaba la asistencia de los files de Nervión. Los que nos hemos chupado la Copa enterita (Atlético Ciudad, FC Barcelona, Deportivo de la Coruña y Getafe). Las veinte mil entradas primeras para los que hemos apoyado a nuestro equipo en los cuatro partidos, y los demás, que se busquen las habichuelas. Porque si no han apoyado al Sevilla en su largo recorrido hasta la final, en la gran cita que puede otorgarnos un nuevo título tampoco necesitamos sus palmas.



Los sevillistas de finales son el gran engaño del sevillismo.

¡¡Viva el Sevilla FC!!

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