Cuando un equipo se deja la piel en el campo. Cuando se da todo por conseguir los puntos en juego. Cuando el trabajo desarrollado es el que se viene trabajando durante toda la semana. Cuando los obstáculos que se cruzan en un partido se superan con éxito. Cuando se pone todo para ganar y no se consigue (porque el fútbol es así de caprichoso), yo estoy contento con mi equipo.
Y estoy contento porque ayer, a pesar del empate (0-0) ante el Balón de Cádiz (magnífico equipo) que llegaba a La Palma con solo un punto menos que los de Antonio Cabello (34), los palmerinos se vaciaron danto un recital de entrega, pundonor y en muchas fases (sobre todo en el último tramo del partido) mostrando un fútbol alegre que animó el graderío del estadio municipal.
No se ganó, vale. Pero se puso todo para lograr el objetivo final, que era la victoria.
La Palma CF fue de menos a más. En el inicio del encuentro, vi cierto nerviosismo en algunos jugadores, lo que propició dos jugadas de peligro para los gaditanos. Pero con el paso de los minutos la balanza se fue nivelando, y el centro del campo fue ganando protagonismo. Ambos equipos optaban por jugar al fútbol en la zona ancha, pero las ocasiones no terminaban de llegar.
En la segunda mitad, La Palma se fue comiendo poco a poco al Balón de Cádiz, que conforme iba pasando los minutos veía con buenos ojos el punto. No así La Palma, que comenzó a triangular en la zona de creación con infinitos pases interiores que siempre buscaban las rupturas hacia el centro de los extremos, o bien los movimientos medidos de Carlos Torres.
Las ocasiones comenzaron a llegar, pero resultaba excesivamente complicado derribar el muro defensivo amarillo, que se mostró a un altísimo nivel a lo largo de los noventa minutos de juego.
En el último tramo de encuentro, La Palma propició un monólogo de ocasiones a base de buen fútbol. Internadas por banda, centros medidos desde la izquierda por Marroco (está que se sale de nuevo), y triangulaciones con falta de efectividad, lo que provocó el empate a cero final, a pesar de que La Palma fue infinitamente mejor que su oponente en esta segunda parte de encuentro.
Pero así es el fútbol. Muchas veces se da todo, se supera al rival en el terreno de juego y no se suman los tres puntos, y en otras ocasiones, sin hacer un buen partido (al menos no mejor que éste) se consigue la victoria por una jugada aislada.
La peor noticia fue la lesión de Ángel Gutiérrez, que en el primer minuto de juego del segundo periodo se vio obligado a abandonar el terreno de juego por un tirón muscular. Esperemos que no sea nada de importancia. Hoy sabremos el alcance de la lesión.
Ahora toca pensar en nuestro próximo rival, Atlético Cortegana.
¡¡Enhorabuena por el trabajo equipo!!
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