La Palma CF empató ayer (1-1) en el estadio Navarro Flores ante el CD Rota. Dirán ustedes (alguno o muchos, no lo sé) que puntuar lejos de casa y ante un rival que está llamado a pelear por la zona alta es un buen resultado. Y yo digo que tararí que te vi. El equipo de Antonio Cabello pudo ganar, debió ganar, ante un conjunto roteño sin olfato goleador alguno. De hecho, La Palma se puso por delante en el marcador en el minuto once del segundo periodo, con una auténtica acrobacia de Fermín, que de impresionante chilena desde la frontal del área, colocaba el 0-1 en el luminoso.
Pudimos poner más tierra de por medio con un disparo de Marquitos al travesaño alcanzado el ecuador del segundo acto, pero una pájara en el minuto 89 (que se dice muy pronto) provocó el empate roteño. En un minuto se tiro todo por tierra, y qué quieren que os diga, a mí eso me duele y mucho.
Mucho más, después de llegar a mi casa y ver que el CD Xerez B hincó el diente ante el Olont, que nuestros vecinos de Valderde del Camino nos habían dado vía libre para la tercera plaza con su victoria en Pastores (1-4), que el Arcos no había pasado del empate, y que el Chiclana fue goleado (3-0) ante la galaxia de San Fernando.
Un guantazo de estos síntomas, duele mucho más que una buena paliza (al menos a mí). Una jornada más volvimos a desaprovechar una magnífica ocasión de meternos entre los cabecillas de la categoría, y déjenme que le diga que las oportunidades pasan, y que el tren no pasará muchas más veces esta temporada. Así que una cosita, o nos subimos en el tren, o mejor nos quedamos en tierra.
La primera parte estuvo muy abierta. Los dos equipos gozaron de dos oportunidades clarísimas para inaugurar su marcador, pero ayer pareció ser el día de los porteros, que se lucieron en más de una ocasión.
El primero en avisar fue Fermín para La Palma. El máximo anotador del equipo palmerino se plantó solo ante el meta roteño, pero su disparo fue desviado con una gran intervención. Acto seguido, fue el CD Rota quien avisó en una jugada que fue desbaratada magistralmente por Juan Carlos Ibáñez, que ayer reapareció tras superar la lesión que le ha tenido apartado del equipo las últimas dos jornadas de liga.
El encuentro estaba abierto y bonito para el espectador. En el terreno de juego existía un mutuo respeto, y la intensidad se fue ganando con el paso de los minutos. Sin embargo, fue de nuevo La Palma CF quien buscó el tanto en la recta final del primer periodo, con una jugada de Marcos que recortó dentro del área buscando la escuadra derecha de la meta local, pero nuevamente el meta verderón salió al paso realizando un paradón, en este caso, al canterazo palmerino.
Gozó de sus ocasiones La Palma y no las aprovechó. Exactamente igual le ocurrió al Rota, que en el tramo final del primer acto obtuvo un penalti por manos claras de Marroco dentro del área. Pero el gran Ibáñez de nuevo se iba a lucir, volando por los aires, y deteniendo la pena máxima.
El inicio del segundo periodo fue de claro dominio roteño. La Palma se encontraba muy bien situada en el campo y buscaba contras rápidas para hacerle daño al rival. Alcanzado el minuto once, llegaría el 0-1.
Mario Abad botó una falta desde la divisoria, y Fermín la iba a cazar en la frontal del área, la bajo con el pecho y soltó una chilena que sorprendió a todos. El balón se coló por la mismísima escuadra derecha de la meta local.
Era el 0-1 y el duodécimo gol de Fermín en la presente temporada.
Con La Palma por delante en el marcador, el técnico gaditano adelantó las líneas de su equipo. Restaba más de media hora de juego y aún podía ocurrir cualquier cosa. Pero ayer, el meta de la Albaida, Juan Carlos Ibáñez se vistió de santo, y paró lo que no hay en los escritos (sobre todo sacó dos balones que definen lo grandísimo que es debajo de los palos).
Se supo aguantar bien el chaparrón y en una contra apunto estuvimos de anotar el 2-0, pero el fuerte disparo de Marquitos desde el punto de penalti, se estrelló en el larguero. Era la jugada que mataba el encuentro, no supimos materializarla y tocaba sufrir hasta el final.
El partido estaba roto y precisamente, creo que ese fue el mayor error cometido por La Palma en el día de ayer. Permitimos que el encuentro se rompiera y entramos en un juego de contras que tenía más perjuicios que beneficios. Nosotros íbamos por delante en el marcador, y era el momento de romper balones arriba (algo que si hicimos cuando el marcador era 0-0).
Jugamos con fuego, y terminamos quemándonos. A un minuto del final llegaba el tanto de la igualada para un CD Rota que lo intentó hasta el final.
A mi no me disgustó el partido realizado ayer por La Palma CF, pero cometimos errores puntuales muy graves que nos hicieron perder dos puntos importantísimos. Sobre todo, se cometió un error que no le pega a este equipo; no saber jugar con el marcador a favor en la recta final del encuentro.
Cuando los equipos se nos ponen por delante, pierden tiempo, hacen teatro…nosotros no sabemos entrar en ese juego. Y eso (se demostró ayer) puede ser tan perjudicial como comprobamos…
1 comentario:
Yo pienso que puntuar fuera siempre es positivo apesar de que la palma fue muy superior al Rota.Solo queda mirar hacia la siguiente jornada que seguro ganais al balon de cadiz.
Un saludo y te añadi en los enlaces de blogs de mi pagina.
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