Acabo de hablar con Miguel Ángel Valladares acerca de la lesión que sufrió en la mañana de ayer, y la verdad es que me he quedado de piedra con lo que me ha dicho.
Ha sufrido exactamente la misma lesión que la pasada temporada. Se le salió el menisco en una acción en la que se quedó clavado y ahora se dirige a la clínica de Pepe Naranjo (Sevilla) para que le vuelva a colocar el menisco en su sitio.
He notado a Valladares muy triste. Y es que esta lesión no es nueva para el futbolista. Hace un año (también en el mes de octubre) sufrió la misma lesión en un entrenamiento y estuvo dos meses apartado de los terrenos de juego. Ahora la historia se vuelve a repetir.
Pero lo que me ha dejado helado no es eso (que también). Lo que me ha dejado de piedra es que me ha dicho que las botas con las que jugó ayer no se las ponía desde el mismo día en el que se lesionó la pasada temporada. ¿Es fuerte o no es fuerte?.
Que mala suerte la de este jugador. Ayer lo estaba haciendo fenomenal hasta que se vio obligado a tirarse al suelo por el intenso dolor. Ahora tendrá que volver a pasar por el mismo calvario del pasado curso. ¡¡Mucho ánimo tío!!.
Una vez que el menisco vuelve a quedar en su sitio, habrá que realizarle una resonancia para ver el alcance exacto de la lesión. Pero todo hace indicar que puede tener dañado el ligamento interno de la rodilla, al igual que la pasada temporada. Ojalá no sea para tanto y veamos pronto a Valladares entrenando con el equipo.
Desde aquí te mando toda la fuerza del mundo amigo.
¡¡Ánimo campeón!!.
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