jueves, 18 de octubre de 2007

Entrevista a Monchi (Director Deportivo del Sevilla FC)

Está a punto de cumplir los cuarenta años, y media vida se la ha dedicado
al Sevilla. Su carrera como futbolista transcurrió con más pena que
gloria como eterno portero suplente, pero un día, «por casualidad»,
se encontró con la obligación de construir un equipo sin un duro y
que al menos peleara con dignidad en Segunda. Se ganó la confianza a
base de resultados, ascensos y títulos. Hoy, con más de sesenta
fichajes hechos y casi un centenar de operaciones realizadas -
traspasos y renovaciones incluidas- coordina un departamento de diez
personas y es un referente para muchos clubes que intentan crecer
imponiendo su filosofía: es Ramón Rodríguez Verdejo, «Monchi».



-¿Cómo se siente cuando hablan de usted como el mejor director
deportivo de España?
-En primer lugar, no me considero el mejor y, en segundo, lo que
sí me satisface es que hablen bien de la secretaría técnica del
club, no de mí. En España hay muy buenos directores deportivos, con
más experiencia y un palmarés importante también. Yo sólo llevo
siete años en esto y me queda mucho margen de mejora.

-¿Supone mayor presión?
-La presión me la meto yo. Mi experiencia como futbolista me ha
servido para asimilar tanto los éxitos como las derrotas. Vivo del
presente.

-En estos siete años, ¿ha ganado amigos o los ha perdido?
-He conocido a mucha gente, pero no estoy en el fútbol para hacer
amigos sino para trabajar por el Sevilla. Soy de los que piensa que
no hay que tener muchos sino buenos amigos. A los míos, además, les
gusta poco el fútbol, y eso es bueno.

-¿Hay corporativismo en su mundo? ¿Se aconsejan?
-Es difícil encontrarlo. Cada cual mira lo suyo. Aunque pedir un
consejo no lo considero corporativismo. Cuando empezaba llamaba a
directores deportivos con más experiencia y ahora lo hacen conmigo.
Con algunos como Félix Carnero, Pedro Herrera, Miguel Ángel Ruiz,
Alfonso Serrano o Alberto Benito hay más confianza, nos consultamos
y sabes que no te van a decepcionar.

-Y es que sus primeros pasos en el «mercadeo» de futbolistas
fueron muy sui géneris...
-Si estoy aquí es porque en un momento no me lo pensé. Llegué por
casualidad. Roberto Alés -ex presidente- me lo propuso y no pude
decirle que no.

-¿Y qué es lo primero que hace?
-Fui a ver un Levante-Atlético de Madrid B para seguir a Casquero
y Dika. Fui un sábado y el domingo actué de delegado en el famoso
Sevilla-Oviedo (2-3). Al día siguiente me desligué de esa función.

-¿No le atrae el banquillo?
-Ni tengo carné ni lo quiero. No serviría para entrenar. Además,
es algo que me ayuda, porque el entrenador no me ve como una amenaza
o como su posible sustituto.

-¿Qué le motiva para seguir creciendo profesionalmente?
-Esto no va a dar para mucho más. No me veo mucho tiempo en el
fútbol, quizá esté cinco o diez años más, pero no me voy a
eternizar. Tampoco sé qué haré cuando me retire. Soy feliz haciendo
lo que hago donde quiero.

-Y su ciclo en el Sevilla...
-A veces, cuando te repites, parece que hablas de cara a la
galería, pero en el Sevilla es donde estoy a gusto. Lo que no sé es
el tiempo que estarán a gusto conmigo.

-Volvamos a los inicios. ¿Qué presupuesto tenía en su primer año
para fichar?
-Recuerdo que la deuda era de 48 millones de euros. El
presupuesto del club de 18 y para fichajes... nada, no había nada.
No llegaron a 600.000 euros lo que gastamos en Diego Ribera
(300.000), Loren (60.000), Taira (30.000) y la cesión de Puli. El
segundo año con Moisés y Toedtli llegamos casi a 1.800.000 euros.
Nada es comparable a lo actual. El jugador que más cobraba en
aquella época no llega al que menos cobra actualmente. Es otra
historia.

-Este verano ha gastado más de 30 millones y los resultados...
-Cuando reforzamos la plantilla lo que hacemos es dar más
argumentos al entrenador. Es difícil que todos los fichajes jueguen
y se puede comprobar en otros equipos. Además, los jugadores no son
máquinas, necesitan tiempo.

-¿No cree que hay que españolizar al Sevilla?
-Pues sí, el futuro va encaminado por ese sentido. Joseph Blatter
ya aboga por que los equipos sólo tengan cinco foráneos. Además, las
normativas de la Liga de Campeones son cada vez más exigentes y
nosotros tendremos que ir por ese camino.



-¿Qué piensa cuando dicen que un jugador no le gusta al técnico?
-Juande también necesita tiempo. En el Sevilla ficha el director
deportivo en función del tipo de jugador que pide el técnico. Me da
igual a quién alinee si el Sevilla gana.

-¿Anda preocupado?
-Si no lo estuviera sería un suicida. Pero lo estaría más si no
viese más argumentos o si tuviésemos a seis jugadores importantes
lesionados. Si hace un mes éramos candidatos a todo, un mes más
tarde no se nos puede haber olvidado jugar. Es la crisis de
un «grande», cuando estás arriba no hay término medio.

-¿Qué le pasa al Sevilla?
-Estamos compitiendo desde el 11 de agosto y quizá estamos
saturados. Eso, unido al fatal desenlace de Puerta, ha acumulado
sensaciones que ahora complican poner en funcionamiento la máquina.

-Un exceso de ambición también puede ser peligroso...
-Todo el mundo espera ya al Sevilla, ya no tenemos esa capacidad
de sorprender. Como hicimos después de ganar la UEFA, hay que
asimilarlo y buscar nuevos horizontes.

-A Juande no le valen los empates, ¿no es agravar el problema?
-Su filosofía nos ha dado éxitos. Cuando las cosas salen no hay
que cambiarlas, quizá mitigarlas en algún caso. Pero lo que tanto
hemos valorado ahora no puede ser negativo. Cuando uno tiene una
idea debe morir con ella. La balanza entre aciertos y errores está
todavía muy a favor de Juande.



-¿La Liga está perdida?
-Está más difícil. Hay muchos puntos que recuperar y, a nuestro
defecto de no ganar, se une un alto nivel de efectividad de Madrid y
Barcelona, extraño los últimos años. El Barça marcha por encima de
todos. Le pueden afectar las lesiones que ya están llegando, porque
la plantilla es corta, no como la del Madrid. Pero a día de hoy está
arrasando.

-¿Y Messi?
-Es difícil hablar más y mejor de él. El Barça lo ha hecho muy
bien, ha sabido administrar su madurez hasta que ya no han podido
pararlo y ahora es el más desequilibrante del fútbol mundial. Decir
eso cuando juega en un equipo junto a Ronaldinho, Deco, Iniesta o
Henry no es cualquier cosa.



-¿Qué le ha sorprendido del inicio de la Liga?
-La adaptación del Almería, el rendimiento que Marcelino le está
sacando al Racing, y el Villarreal. También el Atlético. Se sabía
dónde podía estar, de una vez por todas debe aspirar a objetivos
importantes.

Muchas Gracias Monchi!!

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