Segundo empate consecutivo para La Palma CF, que en la tarde de ayer visitó el estadio municipal de Barbate.
No estaba la tarde para muchas tonterías, pues durante prácticamente todo el encuentro, acompañó una tromba de agua que evidentemente iba en perjuicio de La Palma CF, que desde el minuto uno tuvo que rescindir a su sello de identidad (toque y verticalidad) para colocarse el mono de trabajo y competir en un impracticable terreno de juego convertido más bien en un patatal donde no se podía dar dos pases seguidos, pues el balón se frenaba en el barro provocado por la lluvia.
A todo esto había que añadirle que nuestra columna vertebral se quedó en La Palma. Chico con líquido en la rodilla (baja para varias semanas) y nuestra pareja de centrales, Fofi y Mario Abad, por culpa de la dureza empleada la pasada semana por el Tharsis. Más concretamente de su delantero, que dejó KO a nuestros centrales titulares. Eso sí, el próximo domingo regresarán ante la Olímpica.
Con todos estos inconvenientes y obstáculos (que no eran pocos), La Palma CF salió a competir al estadio municipal de Barbate.
La primera parte estuvo bastante igualada, aunque me atrevo a decir que los palmerinos merecieron algo más. Sin embargo la ocasión más clara sería para los locales que estrelló un balón en la madera, mientras que el posterior rechace fue sacado bajo palos por Juani.
Ahí finalizó el peligro babateño en la primera mitad. Por lo demás, las ocasiones serían para los jugadores de Kiki. Casi todas con David Alcalde como protagonista.
La primera llego tras un pase interior del mago Juan Carlos sobre David, que recortó dentro del área para ponerla sobre Pablo Millán, que sufrió el pésimo estado del terreno de juego, pues completamente solo erró el 0-1, tras un falso bote del balón.
Jugada de pizarra y miedo en el cuerpo para un Barbate que necesitaba los puntos para recortar diferencias con el cuadro palmerino.
Minutos más tarde, David Alcalde volvió a la carga con un disparo que detiene el portero. Mientras que mago Juan Carlos también lo intentó a balón parado, en una acción de estrategia que se estrelló en la barrera.
Con empate a cero y una gran igualdad en el campo se llegó al descanso.
La segunda mitad tenía una lectura clara; el terreno de juego era infame y el balón parado podía decidir. A eso mismo se aferró el Barbate, que pasado el minuto diez del segundo acto se ponía por delante en el marcador en un saque de esquina que remachó Fornell a la red, tras trepidante error en las marcas de la zaga palmerina.
Sin embargo, antes se había producido la misma acción en la puerta contraria, pero el remate de Alvarito Redondo se marchó fuera.
Así es el fútbol.
Con el 1-0 en el marcador, La Palma CF se armó de paciencia, constancia y cojones, muchos cojones, para buscar la igualada y no regresar de vacio de tierras gaditanas.
Kiki dio entrada en el campo a Miguelito en sustitución de un desfondado David Alcalde y el equipo volvió a ganar en presencia por los carriles. Pero el estado del terreno de juego no permitía lucir un fútbol brillante, así que las ocasiones iban a brillar por su ausencia. Tocaba ponerse el mono de trabajo y pelear en la batalla que se provocó en el centro del campo. Así, en una de las arrancadas por banda de Marquitos, manzanillero se sacó de la chistera un centro que iba a introducir dentro de su portería Fornell, que de esta manera, se iba a convertir en el goleador de la tarde.
Justo premio para La Palma, que así conseguía el gol del empate. Estos goles tienen el mismo valor o incluso más. Y para aquellos que digan que La Palma CF tuvo suerte en esa jugada, simplemente decirles que la suerte se busca y que si el balón no llega a esa zona donde se muerde el peligro, la posibilidad de conseguir un autogol nunca se produciría.
Con el 1-1 los palmerinos seguirían peleando en busca de una épica remontada, pero las ocasiones de Miguelito y Redondo no iban a encontrar potería.
Finalmente empate a uno y satisfacción plena por el punto conseguido. Es importantísimo sumar en campos de estas características. Mucho más, cuando consigues hacerlo de la manera que lo hizo La Palma, que a pesar de ponerse por debajo en el marcador supo imponerse al pésimo terreno de juego y a sus bajas con trabajo, fe e ilusión.
¡Felicidades equipo! Una vez más habéis demostrado ser gladiadores y protectores de nuestro escudo a base de trabajo, sacrificio y ambición.
Otro punto más para el zurrón.
Fotos: www.lapalmacf.es
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