Anoche tras el partido ante el Athletic, Manolo Jiménez acudía a la sala de prensa del Ramón Sánchez Pizjuán para atender a los numerosos medios que se dieron cita en el estadio.
El técnico sevillista destacó el desgaste de sus futbolistas, e hizo mención a Lautaro Acosta, autor del tanto de la victoria.
La primera parte se jugó en un césped cubierto de agua que impedía la circulación del balón con normalidad.
¿Para qué sirvió retrasar el inicio del encuentro 15 minutos?. ¿Qué lógica tiene esa decisión del señor Velasco Carballo?.
Lo idóneo y correcto hubiera sido esperar al menos una hora para ver si el drenaje del campo chupaba la enorme cantidad de litros que en la tarde de ayer se apoderó de Nervión.
¿¿Qué había riesgos de que iba a caer más agua??. Pues señor Velasco Carvallo, coge usted, aplaza el partido y san se acabó.
La primera parte fue para tirarla a la basura. Aún así el Sevilla generó varias ocasiones clarísimas de gol.
La más clara, el remate de Ndri Romaric (partidazo de nuevo) al travesaño.
No acertó el Sevilla y si lo hizo el Bilbao, que al saque de un corner iba a colocar el 0-1 en el electrónico.
El autor del gol, el de siempre. Un impresionante Fernando Llorente (de los delanteros españoles más preparados del momento).
En la segunda mitad, el partido cambió por completo.
El césped secó bastante y la bola rodaba. Entonces comenzaba el partido para un Sevilla FC que arroyó al Athletic.
Toque rápido, desborde, cambios de orientaciones continuos, velocidad...nos comimos a los leones. Pero amigo, la bola seguía sin querer entrar en la meta del ayer salvador portero visitante, Gorka Iraizoz.
A la salida de un corner, Aldo Pedro Duscher remachaba a la red un balón que había quedado suelto en el área.
Le pegó con el alma, con rabia, con fuerza... Era el 1-1.
Capel, Navas, Lautaro Acosta, Romaric y Kanouté volvieron loca a la zaga vasca.
Pero sin duda alguna, los hombres del partido (al menos para mí) fueron Jesús Navas y Lautaro.
Su velocidad, regate y pegada en ataque, rompió a la defensa de Caparrós.
Grandísimo Acosta en su reaparición el Pizjuán.
Este chaval huele a estrella, aunque tal y como comentó Manolo Jiménez en la rueda de prensa, debe ir paso a paso.
Anoche, cuando tal vez todos esperábamos el empate (mucho más después de que kanouté fallara un penalti) apareció el joven argentino para colocar el 2-1 definitivo que de momento pone al Sevilla FC por delante en la eliminatoria.
Mención especial merece Koikili.
EL lateral zurdo del Athletic coció a patadas al Duende de Los Palacios y a todo aquel que se asomaba por su banda.
Inexplicable ver como finalizó el encuentros sin ver la cartulina roja.
Ahora toca pensar en el derbi sevillano. El sábado tenemos otra de las grandes citas en el Teatro de los Sueños.
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