lunes, 24 de agosto de 2009

Situación de Alejandro Alfaro

Que difícil es el mundo del fútbol. Lo que hoy es blanco mañana puede ser negro. Sin ir más lejos de la realidad, el caso de Alejandro Alfaro deja bien a las claras la dificultad y muchísima fortuna que hay que tener para cuadrar en un equipo de la categoría del actual Sevilla FC.

Aquel jugador que crea en algún momento de su carrera deportiva que ya es alguien en el mundo del fútbol, cometerá un gran error. Porque como se ha comentado en infinitas ocasiones, en el “deporte rey” dos más dos no son cuatro. Así que hoy estás aquí y mañana puedes estar en tu casa o jugando en regional preferente.

El caso de Alejandro Alfaro es muy complicado.



La llegada de Álvaro Negredo le ha cogido de sorpresa y es cierto que está afectado. Él es consciente de que quedarse esta temporada en Sevilla cortaría su enorme progresión, algo que le podría ser muy perjudicial en su carrera como futbolista, ya que es ahora (después de realizar la extraordinaria campaña con el CD Tenerife) cuando tiene que consolidarse jugando y mostrando lo mejor de si.



Esta misma tarde, su representante, Emilio de la Riva, visitará el Ramón Sánchez Pizjuán para reunirse con el director deportivo sevillista, Monchi, y negociar la más que probable marcha del jugador.

A pesar del interés que han mostrado clubes como CD Xerez, Sporting de Gijón o Málaga CF, en la mente del futbolista se encuentra como primerísima opción el CD Tenerife, club en el que vivió su mejor momento como futbolista profesional la pasada temporada.



En la Isla esperan a Alejandro Alfaro con los brazos abiertos desde que Negredo firmó como jugador del Sevilla FC, pero hasta esta tarde o mañana es posible que no se cierre la cesión del futbolista a la entidad tinerfeña.



Desde Tenerife aseguran que si Alfaro regresara, llenarán el aeropuerto para recibirlo. Y es que Alejandro “Magno” como le llaman cariñosamente los aficionados chicharreros es más que un ídolo en la Isla. Su regreso podría ser una auténtica locura, aunque habrá que esperar y no precipitarse.

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