Aprovechando que en la tarde de ayer tenía jornada de descanso, me acerque a la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios. Allí debutaba a las siete de la tarde el CCD Siempre Alegres de Liga Nacional.
Me sorprendió la notable asistencia de público palmerino, entre los que se encontraban los canteranos y ahora sevillistas Jesús Alfaro y Álvaro Robles, que no quisieron perderse el debut del equipo de Juancri Ávila.
En lo deportivo, venció el Sevilla FC (4-2) en un encuentro que tuvo dos momentos claves y que benefició al conjunto de Leiva.
En el minuto 25 de la primera mitad (con 0-0 en el marcador), el Siempre Alegres erró un penalti, al mandar Galleti el balón directamente fuera del marco sevillista.
Cinco minutos después, llegaba el 1-0 para el Sevilla a balón parado. Alberto ejecutó excepcionalmente una falta en el vértice de área que se coló por la mismísima escuadra izquierda de la meta palmerina.
Al descanso se llegó con el 1-0 y con buenas sensaciones.
Tras la reanudación llegó el otro momento clave del encuentro.
A los treinta segunda de señalar el colegiado el inicio del segundo periodo, el cuadro sevillista ponía el 2-0, tras aprovechar la relajación absoluta de la zaga condal.
Pero el Siempre Alegres se metió en el partido un minuto después con el 2-1, obra de Galleti que se sacó la espina del penalti marrado.
Pero lo que mató al equipo de Juancri fue que justamente un minuto después del gol que te metía de nuevo en el encuentro, el Sevilla volvía a golpear con el 3-1.
Se habían disputado cuatro minutos de la segunda parte y se habían producido tres goles.
Algo ilógico. Muy ilógico.
Sin apenas tiempo para asimilar todo lo sucedido en tan pocos minutos, el Sevilla ponía el 4-1 que dejaba al Siempre Alegres practicamente sin opciones.
A siete minutos del final, Álvaro Redondo maquillaba el marcador con el 4-2 definitivo.
Para mí, además de los momentos claves del partido (la jugada del penalti fallado y los cuatro primeros minutos de la segunda parte), hubo otro aliciente que perjudicó mucho al Siempre Alegres: La pasividad de algunos de sus futbolistas. En estos encuentros hay que estar enchufado o al menos comerse el balón en cada jugada. Si no es así, el contrario te mata. Recuerden que esto no es la preferente. Estamos en Liga Nacional, y eso tiene sus cosas buenas y malas. La peor precisamente es esa, que como le juegues al contrario a medio gas te pone boca arriba.
Soy de los que piensa (y estoy seguro al 100% que mi amigo Juancri también) que si en la tarde de ayer hubiésemos tenido una actitud ganadora y más confianza en nuestras posibilidades, el Sevilla se las ve "canutas" para ganarnos. Pero se lo pusimos muy fácil, sin saber controlar los tiempos del partido y eso nos pasó factura.
Me quede con ese mal sabor de boca y con la incertidumbre de qué hubiera pasado si Galleti hubiese acertado desde el punto de penalti.
Pero sin duda alguna me quedo con lo positivo. En partidos como estos es donde se aprenden cosas nuevas y se madura como futbolista.
Me impresionó Juanma. Que calidad tiene el chaval. En la jugada del penalti realizó una asistencia de tacón a Galleti al más puro estilo de los jugadores de grandísimo nivel. Procede del Recreativo y tiene una pinta impresionante.
Ahora toca reflexionar, corregir y pensar en el siguiente partido. El domingo recibimos en casa al Córdoba CF.
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