Se han cumplido las nueve primeras jornadas de liga y es hora de hacer un pequeño balance de cómo marcha todo en La Palma CF.
Sinceramente, yo no me esperaba está adaptación tan rápida de una plantilla que en su 80% es prácticamente nueva y debutante en 1ª Andaluza. Pero es lo que tiene el trabajo bien hecho, la unión que forma el vestuario y la sensacional sintonía que existen entre todas las parcelas que formamos La Palma CF (directivos, jugadores, cuerpo técnico, afición y medios de comunicación).
Al remar todos en la misma dirección, todo es mucho más fácil, la adaptación se acelera y los resultados empiezan a llegar.
La evolución de La Palma CF en estas primeras nueve jornadas de liga es espectacular. Así lo veo yo. Aunque siempre hemos presentado nuestra misma credencial para ganar los partidos, el equipo ha ido ganando en competitividad, experiencia, madurez y saber estar con el paso de los días. Precisamente, es eso lo que se viene solicitando desde el mismo día en el que se optó por dar paso a este extraordinario proyecto deportivo (de futuro), que estoy seguro que nos devolverá a la cúspide del fútbol andaluz.
Paso a paso. Sin prisas. Día a día. La evolución de la plantilla es evidente y el trabajo que se viene realizando desde el cuerpo técnico se traslada domingo tras domingo sobre el tapete de juego.
Lo sucedido el domingo ante el CD Xerez B, no es más que una clara demostración de que este equipo está capacitado para ganar a cualquier rival mientras el balón se encuentre en juego.
No fue fácil digerir el 0-1, obra de Benítez, nada más iniciarse el partido (minuto 4). Pero el equipo nunca bajaría los brazos, fue constante, creyó en si mismo, tuvo paciencia y supo esperar a base de su sello de identidad (tocar y tener la posesión de balón), los espacios para generar sus ocasiones. Ahí estuvo el secreto, en que el equipo no se descompuso a pesar de que los minutos pasaban y el marcador registraba el 0-1 para los jerezanos. Pero, cuando uno cree hasta el final, cuando un equipo muestra su entereza bajo su filosofía, cuando la esperanza no se pierde, cuando la paciencia va por delante… la recompensa tiene que llegar. Es casi de cajón. Y si no llega, se cae con las botas puestas y jugando como se hace cuando se consiguen las victorias. Ese es el secreto de este equipo. Que ganando o perdiendo siempre juega igual, nunca se descompone y cree en el triunfo hasta el pitido final.
Lo del domingo fue algo apoteósico que debe servir para seguir creciendo en el aspecto anímico, psicológico y futbolístico. Es la clase más perfecta de psicología y la demostración de que cuando uno lucha por un objetivo y cree al 100% en lo que persigue, la recompensa está asegurada. Cuando se pretende conseguir algo, hay que luchar por ello contra viento y marea. Solo así se consiguen los objetivos.
Grande mi equipo. Mis jugadores. Armados de paciencia hasta el pitido final consiguieron darle la vuelta al marcador. El tanto del empate conseguido en el minuto 89, por mediación del todoterreno Pablo Millán.
Enorme Pablito. Te merecías este tanto. Tu trabajo, al igual que el de todos tus compañeros, es para quitarse el sombreo y tocar las palmas hasta gastarnos las yemas de los dedos.
Quedaba el tiempo de prolongación, al Xerez (que creía llevarse la victoria tras su paso de puntillas por el municipal) le entró el síntoma de la “cagalitis” y los jugadores de La Palma cogieron alas, encerrando a los jerezanos en su área hasta conseguir el tanto del triunfo, que llegó en el minuto 91 en las botas de Ángel Gutiérrez
Angelito de Dios.
Estamos sin duda, ante el gran maestro de este equipo. Su progresión y liderazgo es impresionante. Ha cogido los galones en la zona de creación y su repertorio en los partidos es para dar clases en las escuelas.
Simplemente, impresionante.
Así se consiguen las victorias. Con las botas puestas. Nada de milongas. Ganando como los grandes. Sufriendo, pero entonando un fútbol de antología al que nos comenzamos a acostumbrar.
Maravilla de las grandes. Ver jugar a La Palma CF es un auténtico espectáculo. Como ir al teatro, asistir a un musical o presenciar una corrida de toros. Así que presi, hay que subir las entradas, porque siempre se ha dicho que, “el arte hay que pagarlo”. Y no hay arte más grande ahora mismo en nuestro pueblo, ni espectáculo más hermoso, que ver jugar a esta ornada de jugadores formados en la casa grande del fútbol onubense.
Felicidades a todos y sigamos disfrutando.
Fotos del partido:
El resto de fotos (más de 100), la podéis ver en la web de Antonio Alcalde.
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