miércoles, 16 de febrero de 2011

El S. Alegres de División de Honor se queda virtualmente sin opciones de permanencia

Morir con las botas puestas. Ese debe ser el objetivo que se marque el CCD Siempre Alegres (División de Honor) en las siete jornadas que restan de liga. Y es que la permanencia es un reto prácticamente imposible, pues actualmente la salvación se encuentra a once puntos. Ya que Santa Fe, que es el que marca la salvación, saca diez puntos a los palmerinos, más el goal average.



Para que tal proeza se llevase a cabo, debería ocurrir prácticamente un milagro. Sin ir más lejos, el Siempre Alegres debería sumar los 21 puntos que quedan en juego y esperar a que Santa Fe se deje 11 en el camino.

Llegados a este punto, creo que es hora de hacer reflexión e ir pensando en la próxima campaña. Porque para el CCD Siempre Alegres, competir en Liga Nacional de juveniles debe ser un premio al gran trabajo que se viene realizando desde hace tantos y tantos años en la educación, deportiva y personal, de todos los integrantes de su club. Lo de este año va mucho más allá de las posibilidades de la entidad. Por eso, hay que destacar aún más lo que está realizando el equipo en la máxima categoría a nivel nacional. Compitiendo jornada tras jornada con los mejores clubes de nuestra región.

¡Que nos quiten lo bailao!

Eso sí, ahora toca pensar en la planificación del próximo curso. Por eso, soy de los que piensa que hay que ir dándole entrada, cada vez con más frecuencia, a esos jugadores que vienen empujando desde abajo y que serán los que defiendan a nuestro juvenil en la campaña venidera. Ese debe ser nuestro objetivo principal de aquí a que finalice la competición dentro de siete jornadas. Al menos, así lo entiendo y pienso yo.

Tras la disputa de veintitrés jornadas, sinceramente pienso que hemos hecho méritos más que suficientes para estar peleando aún por la permanencia. Pero se nos han escapado demasiados puntos que ya teníamos en el bolsillo (sobre todo en nuestro estadio). Sin olvidar, los descarados arbitrajes sufridos intencionadamente con el único fin de hundir al Siempre Alegres un poquito más. Ya no me quejo de los arbitrajes sufridos a domicilio, porque eso se ha convertido en algo normal. Lo que sinceramente me da rabia es ver cómo nos han mangado en nuestro propio estadio árbitros de nuestra provincia e incluso de nuestro pueblo. Demasiada impotencia.

Pero hay que seguir remando hasta el final. Pase lo que pase en estas siete jornadas de liga, lo único que está claro es que esta temporada será muy posiblemente la mejor de la historia del club por muchos años.



Felicidades, Siempre Alegres.

No hay comentarios: